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Foto de Pedro Brarda, CEO de Zeus, Ricardo Combariza, Laura Sosa y Emilio Beteta,
ZeusJun 20, 2025 12:39:29 PM4 min read

IA en Recursos Humanos: propósito y enfoque humano

Durante el panel AI & Transformación digital en Recursos Humanos, en el Neuron Talent Forum, Pedro Brarda, CEO de Zeus, compartió una visión clara: la inteligencia artificial no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para acercarnos más a lo que realmente importa en la gestión del talento: las personas.

Moderado por Ricardo Combariza, CPO de Covalto, el panel también contó con la participación de Laura Sosa, directora de Capital Humano para el sector corporativo en Banco Azteca, y Emilio Beteta, Chief Strategy Officer de Codifin. Juntos abordaron los retos, miedos y oportunidades que trae la IA para las áreas de talento.


IA y RH: menos tecnología, más humanidad

Desde el inicio, el consenso fue claro: aunque el panel giraba en torno a la tecnología, lo realmente importante es cómo ésta transforma la forma en que trabajamos, nos desarrollamos y conectamos como humanos.

Como dijo Pedro Brarda:

“La gran oportunidad de la IA no está solo en automatizar. Nos ayuda a detectar patrones que no reconocemos y a generar acciones predictivas. Pero el objetivo debe ser empoderar a las personas.”


En esa línea, insistió en que el reto para los líderes de Recursos Humanos es asumir un nuevo rol:

“Somos el puente entre la tecnología, la gente y las operaciones. La pregunta es: ¿soy ese puente?”



Hoy muchas empresas siguen viendo la inteligencia artificial como una decisión exclusiva del área de Tecnología. Pero sin una visión transversal que conecte la estrategia de IA con los procesos y las personas, se corre el riesgo de aplicar soluciones desconectadas de la realidad organizacional.

De acuerdo con datos de Deloitte, solo el 38 % de las organizaciones que implementan IA involucran activamente a Recursos Humanos desde el inicio. Un porcentaje que deja claro por qué aún cuesta escalar su adopción de forma efectiva.

Ricardo Combariza, Pedro Brarda, Emilio Beteta

Aprender, desaprender y volver a aprender

Uno de los puntos más discutidos fue el rol de la capacitación. ¿Estamos preparando a nuestros equipos para convivir con la IA? ¿O solo la estamos implementando sin estrategia ni ética?

Laura Sosa fue clara:

“Lo relevante es aplicar la IA con estrategia y con ética. Tenemos que preguntarnos: ¿dónde voy a incorporar la IA?, ¿qué valor aporta a mi estrategia?, ¿qué nuevas habilidades necesita desarrollar mi equipo?”


El Future of Jobs Report 2023 del Foro Económico Mundial es contundente: el 75 % de las empresas planea adoptar inteligencia artificial en los próximos cinco años. Y más del 60 % ya sabe que deberá reentrenar a su personal. No se trata solo de instalar herramientas, sino de acompañar ese cambio con comunicación, liderazgo y formación.

Pedro sumó una reflexión clave sobre el momento que vivimos:

“Aunque dirijo una compañía de tecnología, la IA no es el medio, es el fin. Subirse a la ola sin propósito no sirve de nada.”


El mayor riesgo: perder el propósito

Cuando se les preguntó a los panelistas qué les daba miedo respecto a la IA, Pedro fue directo:

“Perder el propósito. Si no entendemos por qué hacemos lo que hacemos, la tecnología no servirá de mucho. Necesitamos la elasticidad para entender cómo nos estamos moviendo.”


Este pensamiento resonó con lo que expresó Emilio Beteta: el peligro no está en la IA misma, sino en caer en la comodidad de solo sacar el trabajo, sin cuestionar, sin crecer.

Hablar de inteligencia artificial hoy no es opcional, es una responsabilidad. Porque no solo está transformando cómo trabajamos, sino también cómo nos organizamos, cómo tomamos decisiones y cómo nos relacionamos al interior de las empresas. Y ahí RH no puede ser espectador: debe estar al frente.


Volver a lo básico: comunicación y cultura

Uno de los aprendizajes más importantes que Pedro compartió fue la necesidad de fomentar la comunicación como un comportamiento clave en las organizaciones que adoptan IA.

“El change management implica resistencias. Habrá altas y bajas, y debemos transitar ese cambio junto con el cliente, con transparencia.”


Además, enfatizó que el cambio empieza desde adentro. En Zeus, por ejemplo, se están haciendo pruebas de IA sin apresurarse. La prioridad está en entenderla bien, con responsabilidad

Según McKinsey, la IA podría incrementar la productividad global entre un 0.5 % y un 3.4 % anual. Pero más allá de los números, la conversación que realmente importa es otra: ¿para qué queremos liberar tiempo y recursos?

Automatizar está bien, pero el verdadero reto es cómo usamos esa eficiencia para construir experiencias laborales más humanas, más conscientes y más sostenibles.


IA sí, pero con propósito y humanidad

Este panel dejó claro que la inteligencia artificial no es el enemigo, pero tampoco el héroe. Es una herramienta poderosa que, bien utilizada, puede ayudarnos a evolucionar como empresas y como personas.

Como concluyó Pedro Brarda:

“Tenemos que reinterpretarnos. Lo que sabíamos que tenía valor hoy está bajo una lupa diferente. Y si no ponemos el propósito al centro, ninguna tecnología será suficiente.”


La inteligencia artificial representa una oportunidad concreta para que Recursos Humanos amplíe su rol estratégico. Con acceso a datos en tiempo real, capacidad predictiva y automatización, RH puede dejar de ser solo un área de soporte para convertirse en un motor clave de transformación organizacional. Pero eso solo es posible si se diseña desde la cultura, la ética y la estrategia de negocio.

Porque la IA no es el fin: es el medio para poner a las personas al centro.


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