Dirigir una empresa no es cosa fácil, las organizaciones se encuentran ante escenarios que cambian con rapidez, incertidumbre social y económica y se enfrentan a la necesidad de adoptar los avances tecnológicos de la forma más rápida y eficiente posible para mantenerse en la competencia.
Las empresas exitosas, actualmente, son aquellas que identifican los cambios externos y que logran introducirlos en su propia estructura, planeación y gestión de la organización.
Los principales retos de las empresas
Actualmente, derivado de las innovaciones tecnológicas y los cambios en las motivaciones de los trabajadores, las organizaciones se encuentran ante diversos retos que implican cambiar su forma de trabajo, su estructura o mejorar departamentos. A continuación recopilamos los principales retos que observan otros líderes y especialistas:
Adopción de tecnología avanzada: aunque la mayoría de las empresas ya usan tecnología, esta se puede volver obsoleta en el corto y mediano plazo. Esto, por un lado, representa la necesidad de hacer inversiones en tecnología constantemente y genera la necesidad de capacitar a todo el personal en su uso.
Falta de talento: de acuerdo con la consultora Korn Ferry, para 2030 habrá más de 85 millones de puestos sin cubrir derivado de la escasez de profesionales. Los cargos con más déficit de personal capacitado son los que se relacionan con tecnología, ciberseguridad e inteligencia artificial, pues los cambios son más veloces que los planes de estudio de las universidades.
Brindar servicios y productos sostenibles: tomando en cuenta que es una exigencia por parte de las nuevas generaciones, las empresas deben buscar la forma en que sus prácticas empresariales sean amigables con el ambiente. Como la optimización de la luz en oficinas, que trae consigo ahorro energético y de gastos por el servicio.
Crecimiento económico: para el 65% de las empresas este es el principal reto; por tanto, enfocan sus modelos de negocios, estrategias y esfuerzos en capitalizar experiencias para consolidarse dentro del mercado, según KPMG.
Retención del personal: las empresas deben enfocarse en mantener su talento humano, para contar con menor rotación de los miembros, crecimiento interno y formar equipos de trabajo que se sientan pertenecientes a la organización y se mantengan en el mediano y corto plazo.
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Adaptarse a las tendencias: para una organización, observar los cambios que existen al exterior y responder a ellos, es fundamental para mantener el éxito. Por lo tanto, es necesario mantenerse monitoreando nuevas tendencias.
En el mundo, derivado de la pandemia, las formas de trabajo y de consumo han cambiado radicalmente, por lo que ahora es necesario, enfocarse en relaciones laborales basadas en la empatía, por ejemplo, creando espacios en los que los colaboradores puedan compartir vivencias, sentimientos y necesidades. Esto genera que las personas desarrollen un fuerte sentido de pertenencia y se genere un buen ambiente laboral.
Otra de las tendencias que ya se observa es el combinar los espacios de trabajo físicos con espacios virtuales; reuniones por medio de plataformas, grupos de trabajo en Whatsapp o esquemas híbridos como un workplace digital, es decir, una herramienta de gestión que permita desarrollar las funciones de la empresa en una plataforma digital.
Un ejemplo de esto es ZEUS. A través de esta herramienta de gestión puedes tanto impulsar el departamento de recursos humanos, como dirigir de manera adecuada a los colaboradores, analizar su desempeño, comunicar mensajes de importancia, tener control de inventario, horarios y todo lo necesario para tu operación diaria.
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