El objetivo principal de una capacitación es permitir al personal adquirir o actualizar conocimientos teóricos y prácticos, de tal forma que fortalezcan su capacidad de respuesta ante los cambios del entorno o requerimientos laborales y estén mejor preparados para el día a día en sus jornadas laborales, de acuerdo con la Procuraduría Federal de la defensa del Trabajo (PROFEDET).
Para las empresas, los programas de capacitación deben ser de suma importancia en sus planeaciones y realizarse de manera estructurada, pues su correcta implementación no sólo beneficia el desarrollo profesional de los colaboradores, también conlleva beneficios para la compañía a mediano y largo plazo. Por ejemplo, la PROFEDET destaca:
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Las personas a cargo de la dirección y liderazgo en una compañía requieren ver los planes de capacitación como un inversión que influye de manera directa en el crecimiento del negocio y su rentabilidad financiera. Para ello, deben mantenerse al tanto de las tendencias y actualizaciones que deban compartir con su personal; así como buscar alternativas para incrementar su productividad.
Algunas capacitaciones necesarias para mejorar el desempeño son:
El 85% de los CEO considera que el éxito laboral recae en destrezas como inteligencia emocional, comunicación efectiva y liderazgo, de acuerdo con datos retomados por RRHH Digital.
Por ello, la importancia de que las empresas implementen capacitaciones enfocadas en inteligencia emocional, comunicación asertiva o trabajo colaborativo. Las cuales ayudarán a que el personal realice de mejor forma su trabajo y se prevengan retrasos por un mal flujo de información o síndrome de burnout.
Algunas actividades del día a día provocan un uso del tiempo ineficiente, por ejemplo, revisar correos, reuniones informativas o procesos de aprobación, de acuerdo con PWC. Para evitar que esto suceda y prevenir complicaciones para el cumplimiento de objetivos, se puede enseñar al personal cómo distribuir su tiempo del día, asignar importancia a las actividades y cómo evitar distractores en la oficina como el celular.
El estrés laboral es una de las principales causas por las que baja el rendimiento en una oficina, pues provoca enfermedades como depresión, alteraciones del sueño y ansiedad, de acuerdo con Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Una forma de prevenirlo puede ser a través del fomento actividades recreativas, deportivas y de relajación. Por ejemplo, ofrecer capacitaciones sobre los beneficios que estos ofrecen a su salud y enseñar algunas maneras para concentrarse en el trabajo, relajarse de las actividades o cómo reaccionar ante un ataque de ansiedad.
Las herramientas de tecnología digital son otro recurso para impulsar un mejor desempeño laboral entre los colaboradores, pues permiten automatizar procesos manuales, comunicar asertivamente la delegación de actividades y trabajar en equipo de forma óptima.
Sin embargo, para tener todos los beneficios que brindan las innovaciones tecnológicas es necesario para las empresas brindar capacitaciones por ejemplo sobre su uso, mostrar los beneficios en sus actividades o la prevención de ciberataques.
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