Uno de los principales desafíos al interior de una empresa es la administración y gestión de los recursos financieros, puesto que todas las actividades operativas que se desarrollan deben enfocarse en el crecimiento económico, de acuerdo con revista científica de la Universidad Técnica Estatal de Quevedo (UTEQ).
Para hacer frente a dicho desafío, existe la gestión financiera. Esta se encarga de planear, organizar, dirigir y controlar los recursos de la compañía, de acuerdo con la consultora Corposuite. También incluye la gestión de flujo de efectivo, presupuestos, gestión de riesgos, toma de decisiones financieras y planes de inversión.
Este último es clave para la gestión de ganancias y gastos de una compañía, pues su creación garantiza el control y administración financiera adecuada para realizar inversiones. El encargado de realizar este tipo de presupuestos es el director de finanzas.
Para su realización se requiere el establecimiento metas financieras, presupuestar gastos, llevar el registro de ingresos y egresos, asignar financiamiento para cada departamento e identificar los riesgos del mercado con el fin de prevenir crisis que afecten el crecimiento corporativo.
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Una inversión es la suma de los recursos que se utilizan para adquirir capital fijo con el fin de aumentar la producción corporativa y lograr mayores niveles de crecimiento financiero, de acuerdo con Vamos México. De acuerdo con Raisin, existen dos tipos de inversiones de según los resultados esperados, estos son:
Por ejemplo, una inversión fija son los softwares de gestión, pues están enfocados en potencializar las funciones operativas de una compañía y automatización de tareas. Hoy en día, más empresas los incorporan en sus presupuestos, al notar que son una inversión de alta rentabilidad pues mejoran la gestión de proyectos, actividades y coordinación de equipos, de tal forma que se espera un aumento del 12.7% en su implementación durante el 2024, según Gartner.
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Así como las inversiones ayudan a las compañías a aumentar su rentabilidad en el mercado y adquirir mayor capital, existen otras que pueden causar pérdidas financieras si no se analizan adecuadamente. Algunos especialistas en tipos de inversiones sugieren que para identificar aquellas que son más atractivas y de alta rentabilidad para una empresa es necesario:
Estos deben estar alineados con las metas corporativas, es decir, crecimiento rápido, asegurar la estabilidad financiera o expansión comercial. Por ejemplo, a partir de esto se podrá definir si se requieren inversiones en inmuebles, activos o acciones.
A través de un software de gestión empresarial como ZEUS, los líderes empresariales y directores de finanzas tendrán a su mano los objetivos de cada proyecto e información institucional necesaria para la definición de objetivos financieros y de inversiones.
Es necesario revisar los estados financieros de la compañía y el flujo de efectivo para establecer el capital disponible para inversiones con el fin de evitar poner en riesgo su estabilidad con inversiones grandes. Por ejemplo, ayudará a descartar o considerar inversiones de acuerdo con los recursos de la empresa.
Para contribuir a la creación de un estado financiero, con las herramientas de ZEUS se puede medir la productividad de los colaboradores, establecer el flujo de ingresos, ventas y visitas realizadas.
La revisión del panorama del sector en el que se especializa la compañía servirá para identificar oportunidades de inversión, donde invierte la competencia, cambios regulatorios y mejores épocas para invertir. Por ejemplo, durante el Proceso Electoral la Inversión Extranjera Directa (IED) disminuye, por lo que se recomienda que las empresas se mantengan cautelosas ante la incertidumbre.
El director de operaciones puede solicitar apoyo de los colaboradores para realizar este monitoreo de tendencias por medio de ZEUS, el cual permite la delegación de actividades de forma ordenada y transparente. A través del software de gestión pueden supervisar las entregas y avances del personal, solicitar evidencias e indicar la fecha de entrega.
Toda inversión aunque sea de alta rentabilidad conlleva un riesgo, por lo que es necesario que el director financiero analice si la empresa puede afrontarlo. Por ejemplo, si se pone en juego mucho capital será mejor buscar otras opciones que aporten mejores beneficios.
En caso de que una inversión no resulte de forma positiva, el director de finanzas puede enviar un comunicado masivo o un área de la empresa para informar lo ocurrido y acciones a tomar a partir de ello. También puede comunicarlo de manera inmediata al director ejecutivo de la empresa para implementar una estrategia de control.
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