Los presupuestos son clave para el crecimiento de las compañías, pues permiten planificar y conocer cómo se gestionan las ganancias y gastos. Son planes de las operaciones y recursos al interior de negocio. Cuando el desarrollo de una empresa aumenta sus activos financieros, es factible que busque impulsar su crecimiento con inversiones.

Para ello, el primer paso es crear un presupuesto de inversión para conocer el estatus de la empresa, capital disponible y sus opciones en el mercado para evitar crisis financieras o pérdida de flujo de efectivo. Además, los presupuestos optimizan los recursos, incrementan la eficiencia en las operaciones y establecen metas financieras. 

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¿Qué es una inversión? 

Una inversión es la posibilidad de obtener ganancias tras la realización de una acción económica o financiera en específico, según BBVA. Esta se dividen en dos tipos según el tipo de resultados esperados: 

• Empresariales. El dinero es invertido por empresarios con la finalidad de impulsar el desarrollo de una compañía y obtener ganancias con el tiempo. Las personas o compañías que otorgan cierta cantidad económica obtienen un retorno de inversión establecido previamente.
• Financieras. Son inversiones en las que el capital se coloca en activos para obtener ganancias cuando su valor aumenta. Este tipo se subdivide en dos tipos: por plazo de tiempo y tipo, es decir, mercado monetario, bonos, acciones de renta variable, acciones, índices de bolsa y materias primas. 

¿En qué consiste un presupuesto de inversión?

Es un documento que permite la dirección, planear y controlar el alcance estratégico de la compañía a través de inversiones, su importancia radica en la generación de ingresos y flujo de efectivo. Este sirve para aumentar la productividad de una empresa, facilitar la toma de decisiones estratégicas, alcanzar objetivos establecidos y convertirla en competitiva y rentable. 

En una empresa, el director de finanzas es el encargado de la realización del presupuesto de inversión, pues entre sus actividades principales están la planificación de la gestión financiera de la compañía, gastos e inversiones. Además de identificar riesgos, costos y oportunidades para optimizar recursos. 

De acuerdo con Raisin, las empresas tienen dos tipos de inversión en función de su contribución a la actividad de la compañía: 

• Inversión fija. Consiste en invertir en material para que la empresa realice sus operaciones y producción, como  maquinaria, equipo informático, muebles y transporte.
• Inversión diferida. Hace referencia al capital que se invierte en servicios para el desarrollo del negocio, como pago de seguros, licencias y nómina.

Una empresa es una inversión constante, es decir, requiere que parte de las ganancias se reintegren en áreas para mejorar su funcionamiento. Por ejemplo, el área de diseño es el equipo que debe mantenerse siempre actualizado con tecnología, como programas nuevos o más especializados, equipo para grabación de vídeo y licencias para banco de imágenes. 

Con el crecimiento de la compañía se necesita invertir, por ejemplo, en la contratación de nuevo talento, oficinas más grandes y computadoras. Además, es el momento oportuno para implementar un software de gestión empresarial como ZEUS, un superadministrador que facilita algunas tareas manuales como el pago de nómina, delegación de actividades y envío de comunicados. 

¿Cómo hacer un presupuesto de inversión? Ejemplo paso a paso 

Definir un presupuesto es una de las tareas más complicadas que existen para los directores de finanzas, pues representa adelantarse a ciertos acontecimientos y buscar certidumbre, pero conforme avanza el proyecto se facilita la tarea. Para la realización de un presupuesto de inversión, por ejemplo, especialistas en el tema como Raisin y KPMG sugieren los siguientes pasos: 

1. Establecer metas financieras. Estas pueden surgir a partir de los objetivos generales de la empresa y servirán para definir estrategias de acción.
2. Pronosticar ventas o ingresos. Se realiza con información actual e histórica del sector de la compañía para prever la demanda de los servicios y tomar decisiones sobre la compra de insumos, contratación de espacios, almacenamiento o personal.
3. Presupuestar gastos. Analizar los costos fijos de la compañía como el pago de nómina, gastos de la oficina, y los costos variables que dependen de las operaciones del sector enfocado como material para la producción.
4. Anotar ingresos actuales y futuros. Es necesario conocer la financiación de la empresa al poner en marcha cada proyecto, los beneficios actuales y los que se obtienen con las diferentes estrategias implementadas. Esto puede llevarse a cabo con apoyo de herramientas como softwares de gestión y financieros.
5. Asignar financiamiento disponible para cada área. Al conocer el flujo de efectivo con el que se cuenta, debe distribuirse en cada departamento para que lleven un control y seguimiento más efectivo de los recursos. 
6. Realizar un seguimiento. Evaluar si el presupuesto funciona de manera adecuada o, por el contrario, realizar ajustes para procurar la productividad de la empresa y calidad de los servicios. 

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Como directivo, no pierdas tiempo en reuniones donde cada departamento exponga el uso de su presupuesto y resultados obtenidos. Mejor implementa ZEUS un software de gestión que te permitirá ver el avance diario de cada equipo de trabajo para conocer los resultados e identificar las áreas que requieren inversión. 

También ofrece herramientas para que puedas capacitar a tu personal en temas financieros, por ejemplo, cómo hacer más efectivo su presupuesto, finanzas personales o fondos de ahorro. Esto te permitirá contar con personal mejor preparado y fomentar su desarrollo profesional. 

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